SEO y IA como adaptarse a nuevos cambios

La IA ha reconfigurado por completo la forma en que los usuarios realizan búsquedas. Ya no nos limitamos a escribir fragmentos de palabras clave en buscadores, sino que ahora se formulan preguntas completas, naturales y conversacionales.

Este cambio se refleja en el rápido crecimiento de las plataformas de IA conversacional. Por ejemplo, ChatGPT alcanzó los 300 millones de usuarios activos semanales a finales de 2024, y las proyecciones indican que esa cifra superará los 1.000 millones para fines de 2025

En este nuevo escenario, comienza a consolidarse una nueva categoría de tráfico web, proveniente de plataformas de IA como chatbots o respuestas generativas de los propios buscadores, como la Search Generative Experience (SGE) de Google.

Un informe de Ahrefs revela que el 63% de los sitios web analizados reciben tráfico proveniente de chatbots de IA, siendo ChatGPT el principal referente con un 50% de este tráfico.

Este fenómeno, hace que muchos usuarios encuentran la información que necesitan directamente a través de consultas, sin necesidad de hacer clic en ningún enlace, por lo que ya está generando una caída significativa en el tráfico web 😅

Según un informe de Search Engine Land, la implementación de resúmenes generados por IA en los resultados de búsqueda está provocando una reducción del tráfico orgánico de entre un 15% y un 25%. En paralelo, el CTR también muestra una tendencia a la baja, lo que se traduce en menos clics, menor volumen de visitas y un escenario cada vez más competitivo para posicionarse.

En este nuevo escenario dominado por respuestas generadas automáticamente, el SEO tradicional está dando lugar a una nueva disciplina, GEO (Generative Engine Optimization)

¿De qué trata? 🤔 Básicamente, es adaptar el contenido no solo para que sea indexado y posicionado, sino para que sea elegido y citado por los motores de búsqueda con IA generativa. Ya no se trata solo de estar en el “top 3” de resultados, sino de aparecer como la fuente en la respuesta misma.

El desafío ya no es únicamente el ranking, sino la referenciabilidad.

📍 En el mercado ya existen herramientas que permiten analizar la visibilidad de una marca en motores de búsqueda con IA. Una de ellas es AI Search Grader de HubSpot. La herramienta analiza factores como consistencia del mensaje, la autoridad del contenido y la probabilidad de ser citado por motores generativos.

1. Estructurar el contenido como una fuente confiable

Los motores de IA necesitan entender fácilmente de qué trata el contenido y cómo está organizado. Cuanto más clara sea la estructura, más posibilidades hay de que lo utilicen para responder a preguntas.

¿Cómo aplicarlo?

• Utilizar títulos (H1, H2, H3) que sean descriptivos y contengan palabras clave naturales.
  
• Dividir el contenido en secciones lógicas, como introducción, desarrollo, conclusiones y FAQs.
  Incluir definiciones, pasos o puntos clave al inicio de cada sección para facilitar el escaneo por parte de la IA
  
• Mantener los párrafos cortos (3 a 4 líneas) y evitar el lenguaje ambiguo.
  

Las IAs generativas tienden a preferir contenido que cite fuentes confiables, ya que esto mejora la veracidad de sus respuestas, por lo que si se busca ser citado por la IA, se necesita mostrar autoridad.

Para ello recomendamos:



• Buscar estudios recientes y citar las fuentes de forma explícita: “Según HubSpot (2024)...” 
  
• Enlazar directamente a las fuentes (si están disponibles online).
  
• Utilizar datos propios, como encuestas internas o métricas del negocio.
  
• Evitar frases vagas como “estudios dicen...” o “muchos expertos opinan...”. La IA prioriza información concreta y verificable.
  

Los motores de IA valoran la precisión. Buscan contenido que pueda entenderse fácilmente, pero que también demuestre dominio del tema. Es un equilibrio entre simplicidad y autoridad.

• Escribir en tono profesional pero directo. Evitá tecnicismos innecesarios o frases complejas.
• Cuando se utilicen términos técnicos, se recomienda explicarlos brevemente. Esto mejora la comprensión tanto para humanos como para la IA.
• No repetir palabras clave innecesariamente. Utilizar sinónimos, expresiones relacionadas y un lenguaje natural.
  

La IA necesita comprender la estructura del contenido para poder citarlo o usarlo en respuestas generadas. El contenido modular, dividido en bloques lógicos y claros, permite a los modelos identificar rápidamente ideas clave.

Recomendaciones:

• Utilizar títulos jerárquicos (H1, H2, H3) con palabras clave y enfoque temático.
• Incorporar listas con bullets o pasos numerados (“Las mejores 5 estrategias…”, “Paso a paso…”).
• Agregar fragmentos destacados: cuadros con tips, definiciones o FAQs al final de los posts.
• Incluir tablas de comparación, métricas destacadas o resúmenes por sección.
  

Con la explosión de los motores conversacionales, como ChatGPT o Perplexity, ya no se trata solo de "rankear" una keyword, sino de responder como se haría en una charla real. 

Para ello recomendamos:

• Analizar las preguntas frecuentes reales de la audiencia.
• Utilizar frases coloquiales en los contenidos: “¿Cuál es la mejor opción?”, “¿Qué tener en cuenta al elegir…?”.
• Incluir secciones como “Preguntas frecuentes” al final de cada contenido.
• Redactar con un tono más humano y menos técnico, especialmente en la introducción.
  

Google y las IAs priorizan contenido creado por personas reales con experiencia comprobable. Mientras más señales de confianza emita un sitio, mayor será su relevancia. Algunas recomendaciones incluyen:

• Mostrar el nombre y bio del autor/a con experiencia profesional.
• Sumar certificaciones, premios o colaboraciones visibles.
• Incluir enlaces a fuentes externas confiables y bien calificadas.
• Tener políticas claras (Privacidad, Cookies, Sobre Nosotros, Contacto).
• Implementar HTTPS, carga rápida y Mobile-First.
  

Las IAs valoran el contenido actual. Un artículo del 2020 sin actualizar es menos propenso a ser referenciado, especialmente en temas de tecnología, marketing o salud. 

Es recomendable actualizar los artículos estratégicos cada 3 o 6 meses, que la fecha de actualización se pueda distinguir claramente en el contenido y revisar links rotos, cifras desactualizadas o imágenes viejas.

La llegada de la IA generativa cambió las reglas del juego, menos clics, menos tráfico directo… pero más chances de ser la fuente de la verdad en respuestas automáticas🤖. Y ahí está la verdadera oportunidad.

No se trata solo de optimizar para buscadores, sino de pensar como ellos. Contenido estructurado, datos precisos y lenguaje claro son las nuevas piezas clave del rompecabezas.

Pero es necesario realizar un seguimiento constante. En un entorno donde todo cambia rápido, medir, ajustar y volver a optimizar es tan importante como la estrategia inicial.

En este nuevo escenario, el que se adapta no solo sobrevive, lidera 🚀